jueves, 28 de abril de 2011

Córcega, un tesoro histórico.

Vuelvo de Córcega con la sensación de haberme dejado mil cosas en el tintero. En realidad, es algo positivo, pues sé con certeza que volveré. Para introducirnos un poquito en el territorio Corso, hay que hablar de Córcega.
Hablar de Córcega, no es algo fácil, por que es hablar de todos esos apelativos que tiene, de su territorio, de sus costas, de lo que es en sí. Hay muchas cosas que me han llamado la atención de esta Isla, pero antes de partir, la que por encima de todo me llamó la atención, es, sin duda, la historia de Córcega.
Podríamos remontar tranquilamente a las etapas de la prehistoria, y volver hacía atrás desde el momento presente. Partiendo desde el Mesolítico, etapa comprendida entre el paleolítico y el Neolítico, hordas de tribus, clanes y soldadescas quisieron dejar su huella colonizadora en la isla.
Los primeros fueron los Griegos, imprimiendo su cultura, y su sabiduría en el territorio Corso. Pero tan preciado territorio, no pudo pasar inadvertido a la dominación Etrusca. Bañando el Mar Tirreno, el núcleo geográfico etrusco, La toscana. Los conquistadores tursenoys, solo debían trazar una línea recta para tocar tan valioso tesoro.
Si fugaz y efímera, fue la etapa etrusca, con la llegada del Imperio Romano en la época de la Républica (509ac - 27ac) los territorios Corsos, y Sardos, solo pudieron rendirse a la proliferación de la expansión del Imperio Romano, durante un vasto período. Concretamente siete siglos.
Más tarde, llegada ya la época medieval, Pisanos y Genoveses, enfrentados, lucharon por la conquista de este territorio. Pero mucho antes, vándalos, Godos, Aragoneses, e incluso Carlomagno, y la dominación árabe, dejarón su huella en el territorio.
Tras el concilio entre Pisanos y Genoveses, Génova asumió el control de Córcega. A grandes rasgos, y dejando múltiples lagunas históricas, finalmente Francia compró a Genova, la que hoy es la perla del atlántico.
La historia de este territorio, de diversos y variados sobrenombres, es dilatadamente espaciosa. Si quereís saber más, pulsad aquí. Como cuarta isla en territorio del Mar Mediterráneo, Corsica, L´Ille de Beaute es sin ningún tipo de duda, un paraíso acuático y montañoso. 1000kms de costas,
200 playas, y 20 montañas de más de 2000m, lo confirman. También la llaman la montaña en el mar, la perla del mediterraneo, y por sus cerca de 8700 km2 de superficie de bosque, también recibe el nombre de La Isla Verde.
Pero en realidad, no nos han llevado allí, sus 300 kms de costas paradisíacas de calas de arena fina, ni el espectacular, emblemático y histórico Bonifacio, ni las impresionantes agujas de Bavella, ni las increibles formaciones graniticas que encontramos en sus congostos,...En realidad son los maravillosos y estupendos ríos, y afluentes que colman sus montañas. Dando lugar a fantásticos descensos, creando magníficos saltos de agua, y dotando a este genial territorio de una belleza y una identidad únicas, para prácticar el barranquismo. Generándo así, uno más de todos sus seudónimos:
Córcega, la isla del agua.

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