Este descenso al que hago mención, era algo que ya estaba programado para este año. El año pasado, unos amigos fueron a descenderlo y lo encontraron en perfecto estado, y con un caño que les hizo disfrutar de lo lindo.
Este año, en cambio, las previsiones no eran las óptimas. A pesar de eso, y con las ganas que había de conocer el barranco y de descenderlo, me aventuré junto con otros dos locos a descenderlo en pleno mes de Febrero.
El descenso de Barrancos es una actividad regulada en el Parque Natural de la Sierra de Guara. Es por ese motivo que se prohibe su descenso entre el 1 de marzo y el 30 de Junio, y es por ese mismo motivo, por lo que el momento perfecto para descenderlo es en el periodo actual.
Si bien es cierto, que si se solicita, cabe la posibilidad de obtener un permiso para su descenso que sería otorgado por El Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (INAGA). Aunque es más facil que te toque la primitiva que, que consigas esa autorización.
Con todos estos datos presentes, y a sabiendas de que habiendo cotejado datos del pluviómetro del Coscollar en el último mes, la cosa iba a estar más seca que la mojama, nos aventuramos.
06:45 am, 2ºC, salimos de Esparreguera, y nos dirigimos hacia Rodellar. 3 horas y 230km más tarde, llegamos a un desierto Rodellar. La buena noticia es que el cielo esta despejado y el Sol irradia, haciendo que el ambiente se caliente un poco. Pero eso no nos hace olvidar que estamos a menos siete grados bajo cero.
Desayunamos un poco, al sol, evidentemente, y nos ponemos en marcha. Son las diez y media. Cuanto se agradece el sol. Bajamos al cauce del Mascún, cuyo cauce es escaso, mucho hielo en el camino. En breve llegamos a la surgencia del Mascún, y a partir de este momeno, el agua desaparece. Ante nosotros, un cauce seco, y a pesar de eso, completamente helado. Pero sin agua debajo, simplemente una fría y gélida capa de hielo cubre el cauce. Dejamos atrás el camino de aproximación para el gorgas negras, y continuamos por el cauce, a tramos con pistas heladas, y totalmente seco.
Algo más adelante, encontramos el cartel que señaliza, la dirección hacia el pueblo de Otin. Subimos por este largo camino, llevamos un buen paso, no hace nada de frio. Empieza "La costera" y allá a lo lejos, se divisa, "la Cuca Bellosta". La sierra de Guara nos ofrece unos paisajes inigualables, y los quebrantahuesos, muy abundantes no paran de sobrevolarnos como queriendo darnos la bienvenida.
Conforme ganamos altura por la costera, divisamos con mejor claridad el cauce del Mascún, y vemos algunos de sus afluentes (Glera, Canal d´os Fornazos, Barranco Fornazos...). A buen ritmo, la costera, cae rapidamente y una vez arriba un sendero muy cómodo nos obsequia mientras transitamos por él, con unas magnificas vistas del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. En el cual podemos divisar con toda claridad, la figura de las tres Sorores (Marboré, Perdido, y Añisclo), unas vistas espectaculares.
En este punto, seguimos la senda que conduce al pueblo de Otín, y más adelante, encontramos una bifurcación. A la izquierda, el camino conduce al pueblo de Otín, a la derecha y en pista claramente señalizada nos conduce al cauce del Barranco del mismo nombre, al cual accedemos sin problemas, en pocos minutos. Aproximación en 1h 25´.
Una vez en el cauce, lo esperado. Cauce seco. Hace meses, que por allí no corre el agua. Las pozas tienen agua, pero están totalmente heladas, lo que también le da interés y lo hará divertido. Nos equipamos y empezamos el descenso.
Primeros resaltes, en los que se monta algún pasamanos para evitar las pozas heladas, y llegamos a la primera gran vertical del descenso, "El Saltadero o Palomar". Hablamos de una precipitación de 70 metros, fraccionada en un primer volado de 35 y una bonita rampa de 35metros más, que nos conducen al pie de este espectacular circo rocoso, que da inicio al descenso del Otín.
Tras este desnivel, un par de marmitas trampa que hemos de superar con ingenio, hecho que curiosamente se repetirá en sucesivas ocasiones a lo largo del descenso. Lo cierto es que hay una gran multitud de marmitas trampa, que se descubren con el cauce totalmente seco.
Empieza un tramo a pie, y posteriormente, varios rapeles de poca altura, y rampas y pozas heladas, con las que nos divertimos un rato. Casi sin darnos cuenta, llegamos a la gran marmita trampa. Espectacular vació tras un rapel de 18 metros. Gran marmita, totalmente vacía, de la que se puede escapar tras superar un resalte de 4 metros. Que, esta equipado con cuerda fija, pero ojo¡¡ Embarrado, puede costar más de la cuenta.
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