Esto fue así, durante los tres primeros días, el cuarto, quisó dar una pequeña tregua. Como si de una gran batalla entre el buen y el mal tiempo se tratase.
Así que como la previsión no era excesivamente buena, pues esto fue lo que hicimos:
Con mis compañeros de vacaciones, Jordi y Lucia, y nuestras dos perras, Dana y Etel, nos dirigimos hacia Covadonga, desde el pueblo de Soto de Cangas, en donde estabamos acampados.
Cogimos el coche bien temprano, con intención de pasar por Covadonga a 7km de Soto de cangas, antes de las ocho de la mañana. Pues es en este punto, donde cierran la carretera, y una vez cerrada desde Covadonga no se puede subir a los lagos de Ercina y Enol, si no es en autobús. No así, si pasas este punto antes de la hora mencionada.
Ya cuando salimos del camping, vimos claramente, que el día no acompañaba. Y, la única preocupación era ver, si podríamos ver algo una vez arriba.... claro que... podriamos llegar arriba?? esa, era otra cuestión.
En efecto, justo al pasar el pueblo de covadonga, todo tapado, a más de diez metros no se veia una m...., pero aún así subimos para arriba, y llegamos al aparcamiento de la Buferrera.
La intención era realizar una ruta en concreto, la que sube del lago de la Ercina al refugio de Vega de Ario, y atraviesa el macizo occidental o de Cornión dirigiendose al Jorcau de la Rasa, para luego girar y volver atravesando el pico de la Muda, y hacer una circular muy bonita y de no muy extenso recorrido.
Esa, era la idea, pero la realidad otra totalmente distinta, pongo unas fotos, para que veais como estaba el lago de Ercina, un ratito después de desayunar a media mañana.
El refugio Vega de Ario quedó descartado por el tiempo que hacía, así que no nos quedó otra que hacer una pequeña rutilla sin ganar altura, hasta donde la niebla nos permitia. Tiramos a la derecha del lago de la Ercina,y empezamos a ascender por el valle, y nos encontramos unos perros pastores, mastines, alrededor de una casa, de la que salió una amable anciana, Amalia.
Amalia, nos estuvo contando, que vivía allí durante seis meses, y que solo quedaban cuatro pastores autóctonos en la zona, los demás solo dejaban el ganado allí, y venían a verlo de tanto en cuanto. No así, ella, con la que tuvimos una agradable conversación.
Tras comentarnos que tuvieramos mucho cuidado con la niebla, nos adentramos en dirección al bricial y la vega de Enol, viendo que el día no mejoraba, decidimos volver.
Al llegar al lago de Ercina, pudimos comprobar, que ya había despejado un poco, y dirigimos nuestros pasos, hacia el camino que sube para vega de ario, (por la izquierda del lago), empezamos a subir, y a poco menos de una hora, nos encontramos una familia catalana, que venían de barro hasta las orejas, y que nos desaconsejó la ruta, por ser impracticable y un verdadero barrizal.
Volvimos al coche, y fuimos a visitar el lago de Enol, la cabaña de pastores (que es un refugio próximo a este lago) y varios sitios de interes de la zona( El mirador de la reina, y el centro de interpretación del parque Nacional), posteriormente hicimos lo mejor que podíamos hacer, comer en el restaurante próximo al lago. Restaurante El Cassin, muy buen servicio, y excelente comida. Cuando digo excelente, quiero decir excelente. Realmente delicioso.
Más tarde y viendo que esa sutil lluvia que acompaña al tiempo no desaparecía, nos fuimos a ver el pueblo de Covadonga, donde al perder altura, el día mejoró, dejó de chispear, y curiosamente apareció un radiante sol.
En Covadonga, se puede admirar el Monasterio, la iglesia y la increible y curiosa surgencia que sale de debajo de la Santa Cueva. Desde luego otra cosa no, pero los curas se lo saben montar bien, menudo sitio.
Hasta la próxima....
La surgencia...
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