Tras la cena de anoche, en el primer encuentro de Barrancos de Benilloba, http://encuentrobarrancosbenilloba.blogspot.com/ Acto social, que congregó a los barranquistas asistentes al evento, y tras el sorteo, y el concierto que le siguió... nos fuimos a dormir, y...
Al día siguiente al despertar, decidimos que haríamos el Barranco de les Cucal.les o Cantacuc. Para llegar a él, debemos dirigirnos al pueblo de Catamarruch. Al llegar al mismo, entraremos y una señal nos obliga a girar a izquierda, bordeando todo el pueblo. Saliendo del mismo deberemos llegar hasta un cruce, en que se bifurca, (tendremos una casa delante), un camino ascendente que en fuerte subida a nuestra izquierda, llegará hasta un terreno planero con almendros (lugar para dejar el coche para la entrada del barranco), y en el cruce anterior(el de la bifurcación de la casa), otro camino descendente, que al llegar a la vaguada, será punto de finalización del barranco (punto en que dejaremos el segundo coche, si hacemos combinación).
Así que dicho y echo, dejamos un vehículo en la salida, y con el otro, nos dirigimos a la entrada. Al llegar a ese terreno planero donde se encuentran los cultivos de almendros, dejamos el coche en un entrante del camino a la izquierda. Unos metros más atrás, (retrocediendo por donde hemos venido) encontramos una senda a la izquierda, en descenso, la seguiremos y en pocos metros nos encontraremos en los campos de cultivos de almendros. A nuestra izquierda, al fondo, tenemos una ladera de matojos, hierbas y arbustos, que habremos de superar, como buenamente podamos. Al llegar arriba, (en la divisoria de las dos vertientes) encontraremos una zona pedregosa que habremos de descender, con fuerte desnivel de bajada. Lo que se ve al fondo allá abajo, es el inicio de nuestro barranco. Descender como se pueda.
Con algo de paciencia, y siguiendo hitos, a mitad de la ladera en cuestión, nos ponemos en el cauce del barranco. Corre un hilo de agua (ay¡¡ llevantadita de alicante, ande estás???) en fin, con ese poquito de agua, al menos podremos remojarnos, (estamos demasiado bien acostumbrados). Nos equipamos, y empezamos el descenso, Marc, Silvia, Eloy, Teresa, y yo mismo. Estos dos nuevos compañeros, barranquistas de Tarragona, conocidos la noche anterior, se nos unen en el día de hoy.
Caminamos, y en unos metros, primer resalte, salto de 5 metrillos, alegría alegría, un segundo rapel de 11, y un tercero de 10, y... adíos al agua. Una lástima pero así es, un trekking vestido al que se suceden posibles rapeles, destrepados al final, más camino, más camino... y llegamos a una zona donde sorprendemente se engorga, y trás pasar alguna marmita trampa vacía, o con escasa agua... encontramos algo, inaudito.
Una espectacular precipitación del barranco, que se desploma bajo nuestros pies en 23 metros de rapel prácticamente vertical que desembocan en una bonita poza cueva, que aún mantiene algo de caudal. Tras bajar en simple para comprobar la altura del rapel, se ajustan cuerdas y baja el resto del grupo.
Que se ve cuando estás allí dentro??? Si te lo has preguntado alguna vez, dale al play...
Uno no espera que en un descenso de este tipo, encontremos algo así. Por lo tanto fue una grata sorpresa que añadió algo de valor al que estaba siendo un descenso algo tedioso. A partir de la salida de este bonito rincón, el descenso desmerece en un largo y interminable cauce vestido de vegetación. A posteriori, una zona estrecha de caos, un rapel inesperado, y cuando piensas que ya, el descenso terminó...
Sorpresa, rapel de 4, de 6... caminar, y rapel de 7, se encajona, y rapel final de 6 metros, estos últimos cuatro rápeles acompañados, de un número elevado de abejas. Esto fue así, por que en las cercanías había un gran número de colmenas o panales. Aunque por todos es sabido que la abeja, si pica se muere, (a que se debe esto? Pues a que en el momento en que pican, su aguijón se desprende con parte del intestino, ocasionándoles la muerte) no están exentas de hacerlo, de picar me refiero, si se sienten atacadas o si se les molesta, echo por el cual pasamos lo más rapidamente posible.
Tras cambiarnos y recoger los vehículos, nos dirigimos a la plaza del pueblo de Catamarruch, donde tras sentarnos a la sombra alicantina, disfrutamos de una agradable charla y un no peor pic-nic...
Al poco, aparecieron nuestros amigos de Granada, curiosamente habían echo el mismo descenso... Ya decía yo que me sonaba la furgoneta que había en la salida.
Al día siguiente hubo más....., Hasta la próxima... ;-)
La info del descenso como siempre, en la base de datos de www.barranquismo.net
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