El barranco de Sorrosal, lucía fuerte. Esa es la sensación que se
percibía el viernes, día antes del descenso. Lo siguiente que hice fue ir a
mirar el Ara. Ni siquiera, pensé en que se podría descender. Sería algo que tal
vez decidiríamos a posteriori con el resto de amigos.
Después de picotear por barrancos de la misma zona, o de alguna zona
distinta, el sábado por la tarde decidimos realizar el Sorrosal, entrando desde
la población de Fragen. Lo que nos encontramos fue lo siguiente.
El descenso iba cargado, factible o no, se comprobaría más adelante.
Cierto es, que en esta parte, todo es fácilmente realizable, ya que se puede
esquivar por fuera del cauce en la mayoría de su recorrido, hasta que la
garganta da acceso a la gran vertical, momento cumbre de este descenso.
(Fotos de los tramos previos a la vertical, donde mucho o parte, puede ser esquivado por los laterales) |
Durante, el recorrido previo a este punto, la atención debe estar
centrada en comprobar los movimientos de agua que se forman en el cauce, y si
tenemos ganas o no “de jugar” o si
preferimos esquivar dichos movimientos.
La percepción, era que si en este punto, ya iba fuerte, como podrían
estar los que son, los dos momentos más delicados del descenso. Acceso a la
cabecera, y cruce de la poza intermedia. Aunque más tarde pude comprobar que quizá el momento más delicado fue el que
se produjo entre estos puntos que menciono anteriormente.
Los toboganes, se esquivaron, pues la recepción, no daba lugar a dudas
de que era literalmente “conflictiva” y necesitaba ser esquivada. A través de
saltos, y de flanqueos, así se hizo. Sí, me gustaría remarcar, que a pesar del
nivel de agua, que se ve en las fotos, muchos puntos del descenso no tenían
profundidad, por lo que es igualmente recomendable, comprobarlo.
Una vez en las proximidades de la vertical, un compañero, repuso el
tramo de acceso al pasamanos, que da acceso a la vertical. Una vez en la
cabecera de la misma, dio un vistazo a la vertical, y su opinión era que SI
estaba factible.
Más tarde, otros compañeros, fueron hacia delante y dieron su opinión.
En ese punto, yo mismo y un compañero, hicimos lo propio. Una vez en cabecera,
lo vimos, y decidimos que bajaríamos. Ya que estábamos allí y con cuerda,
nosotros mismos haríamos la maniobra. Desde la cabecera principal de la
vertical, lo cierto es que SI parecía factible. (Caudal mal evaluado!)
Primer fraccionamiento. Hasta aquí todo bien. Monto cuerda en simple
de 9mm, y me dispongo a bajar. El ruido es realmente muy fuerte, y puedo
comprobar sin ningún género de dudas, que a pocos metros de la reunión, la
comunicación oral, es nula.
Poco a poco, voy descendiendo, y la línea de rapel cada vez se acerca
más a la cascada, que baja con una fuerza descomunal. La visión cada vez es
menor, pues el agua se abre en un gran abanico e impacta contra la cara
impidiendo toda visión. Intento ver si la cuerda llega. Pero no consigo
apreciarlo desde mi posición.
Anticipándome a lo que me viene por delante, veo que existe la
posibilidad de que la cuerda no llegue a la repisa, pues no puedo comprobarlo
visualmente desde mi posición. Valoro que si la cuerda no llega, la necesidad
de que mi compañero me descuelgue será en un punto conflictivo, pues la línea
de rapel con la confluencia de la cascada, será el momento exacto en que mi
compañero deberá deshacer el ocho, y cederme cuerda. En ese punto, la posibilidad
de comunicación es por completo nula, y será un momento muy peligroso. En ese
punto es mejor permanecer el menor tiempo posible.
Teniendo en cuenta esa consideración, me bloqueo en un punto superior
del rapel. Curiosamente, delante de mí, hay una cueva diminuta, en la que me
introduzco, y quedo justo detrás de la cascada. Necesito tener la seguridad de
que la cuerda, llegará a la repisa, y no me hará falta en uno de los momentos
más delicados del descenso.
Estoy en una pequeña cueva, que está cubierta por parte del agua que
cae de la gran cascada que da a la poza. Prácticamente no veo nada, y el ruido
ensordecedor de la cascada, me impide oir absolutamente a nada ni a nadie. Mi
necesidad de cuerda, hace que la cuerda deba estar libre. (Lo ideal sería
bloquearme en la cuerda e ir descendiendo, mientras mi compañero me da cuerda.
Pero en estas condiciones, dejar el control de mi descenso a alguien que no
tiene contacto visual ni oral conmigo, es muy muy peliagudo). Sacarme la cuerda
del ocho aquí, es literalmente una imprudencia, pero es mayor imprudencia
realizar la petición de cuerda, en un punto inferior, que será muchísimo más
conflictivo. Me aseguro de estar totalmente “seguro y asentado”, dentro de la
situación en la que me encuentro, en ese pequeño lugar. Realizo un pitido, con
el silbato, comunicación que previamente había acordado con mi compañero, para
que me diese cuerda.
(Al estar en la cabecera del rapel, le dije a mi compañero, para
agilizar el tema. Te daré un pitido, para que me des cuerda, y con dos te daré
el libre, y ya estaré seguro en la reunión. Eso fue lo que acordamos)
Con un pitido, mi compañero, empezó a darme cuerda, poco a poco fue
soltando cuerda, a todo esto, mi visión era literalmente nula. Pues toda la
visibilidad que había desde mi pequeña cueva era una cortina de agua. Cuando
consideré que mi compañero en cabecera había soltado la cuerda necesaria, me
coloque la cuerda en el ocho, recogí todo lo que pude para tener la mayor
tensión posible, y salí de mi pequeña cueva, quedando literalmente colgado en
el vacío.
En ese momento, recé, pensé que si mi compañero, no hubiese tenido la
cuerda bien sujeta, habría tenido un grave accidente. Tras descolgarme unos
metros, vi que la cuerda llegaba a la repisa, y tras bajar literalmente al lado
de la cascada aguantando un momento crítico llegué a la repisa, y pude estar en
zona provisionalmente segura. Di el Libre, una vez me hube anclado al pequeño
spit de la izquierda orográfica.
El spit con maillon que encontramos en nuestra izquierda orográfica
está prácticamente fuera de su alojamiento, con el casquillo que debe
expansionar, alrededor de 1cm fuera del agujero. Por lo que su efectividad es,
a mi criterio, muy limitada.
Más tarde bajó mi compañero, el espectáculo que teníamos ante nosotros
era realmente, dantesco. Al menos, a mí, me lo pareció, y a él, por lo que
sucedió a continuación también.
La gran cascada caía a la poza intermedia, produciendo un ruido
atronador. La poza estaba realmente, muy muy agitada, y su recepción era una
gran cantidad de setas de agua, y desplazamiento de masas de agua hacia los
laterales. La legua de salida de la poza intermedia, tenía bastante “curso
activo”. Me refiero, a que se veía una gran cantidad de agua saliendo,
precipitándose 40m más abajo, con una velocidad moderada pero continua, que yo
nunca antes había visto en estas condiciones.
Desde nuestra posición, a la izquierda orográfica, se formaba una
pequeña zona que a pesar de parecer “un remanso”, era una falsa imagen, pues el
agua llegaba con mucha velocidad y formaba un pequeño drossage, casi
imperceptible. A nuestra derecha orográfica, tras las setas de agua, y el
impacto de la gran cascada, todo era espuma. Algo más adelante, la parte a la
que se accede, cuando saltamos a la poza,
y la cruzamos (sería la parte de la derecha orográfica, de la poza,
donde el agua está menos agitada, y podemos flanqueando, llegar a un punto,
donde ascender para salir de la poza, y
llegar a la reunión del último rapel) estaba menos violenta, pero aun
así, agitada. Esa zona, que menciono, era muy muy difícil, acceder a ella. Una
vez llegamos – luego explicaré como – comprobamos que estaba muy muy
resbaladiza, comprobando, que subir sin una cuerda, estaba tremendamente
complicado.
Estando en la repisa, mi compañero y yo mismo, evaluamos la situación
que teníamos ante nosotros. El spit, no daba seguridad, para usarlo como punto
seguro, antes de realizar el salto. Intentamos simular con una mochila, el
efecto y comportamiento de la poza, sobre un peso (La cascada empotró
literalmente la saca, y en muy pocos segundos, la empotró contra la izquierda
orográfica). Lo cierto es que fue un momento de aquellos, de quien se la juega.
La decisión que tomamos, es la de valorar nuestras posibilidades. Por
qué? Pues por qué las había. Ese es el principio básico, por el cual se tomó la
decisión, de esperar ayuda.
Cuando hay una situación crítica, lo principal es evaluar, 1.- tu
situación personal, 2.- como puede evolucionar tu situación personal en el paso
de un corto espacio de tiempo, y 3.- los recursos de los que disponemos.
Dicho esto, evaluados estos tres puntos, y estando en una situación
relativamente estable, decidimos no jugárnosla, y esperar ayuda de los
compañeros que estaban por encima, puesto que el caudal al que nos estábamos
enfrentando, no daba tregua. En algunos momentos, de esta toma de decisiones y
de pensar posibles maniobras de escapatoria, (que a nosotros nos pareció un
suspiro y realmente fue bastante tiempo) el caudal aumentó. Pensábamos que fue
una ilusión, producida, por la tensión, pero no (personas ajenas al descenso,
verificaron desde la base de la cascada, que durante nuestro descenso se
produjo un sutil aumento del caudal del barranco. Eran aproximadamente las
16:00).
Tras decidir que ninguna de las tres personas que estábamos atrapadas
en la pequeña repisa, nos íbamos a jugar la vida. Esperamos ayuda. Compañeros,
que decidieron no realizar el descenso y bajar por la ferrata, vieron que
estábamos atrapados, y dieron el aviso a otros compañeros que sí que estaban en
cabecera dispuestos a realizar el barranco.
Dos de estos compañeros bajaron, y llegaron a la reunión del último
rapel. Desde aquí, tras varios intentos consiguieron pasarnos una cuerda. He de
decir, que desde la repisa, pasar una cuerda es muy difícil, pues el espacio
para maniobrar es menor de un metro. Quizás con una cuerda de rescate de
kayack, si se podría, pero en ese momento (casualidades de la vida, ninguno
disponíamos de una). Como digo, tras varios y cansados intentos, el compañero
que acudió al rescate, consiguió pasarnos una cuerda, desde el otro lado de la
poza. A partir de aquí, y dejando los momentos de tensión que se producen, todo
fue pan comido.
La capacidad, No innata, en nosotros de pensar con claridad, debería
en este momento ser mucho más acentuada. Pero no es así, por eso es de vital importancia,
evaluar tu situación y no perder los nervios en ningún momento, sino todo lo
contrario, invertir la balanza a una situación controlada.
En el momento que llegó la cuerda, todo fue mucho más fácil, pues el
frío empezaba a hacer un poco de efecto. La cuerda fue pasada por el spit, otra
cuerda de kayack llegó en ese momento. La cuerda de kayack fue utilizada para
pasar todas las sacas por la cuerda guía, no tensada, por qué el spit no daba
garantías.
Un compañero pasó, y con él se llevó una cuerda de la repisa, que
unida a la que utilizábamos de guía nos proporcionó una salida muy cómoda,
(guía, no tensada, en doble) de este suceso. Uno tras otro, todos los
compañeros fueron pasando.
(Foto en el momento final del descenso, con el primer barranquista del grupo ya en la base de la vertical) |
El tener recursos, en una situación de estas características, puede
variar tremendamente la situación en la que nos encontramos. Por eso mismo,
como referencio anteriormente, no se trata de hacerse el héroe sino, de evaluar
correctamente, y aprender de los errores.
Consensuar, trabajar en equipo, comunicarse, y aprender positivamente
de situaciones potencialmente críticas.
El descenso, nos sirvió a todos para comprobar algo: El Ego es más
valiente que la prudencia, o en este caso, más imprudente.
Descenso realizado por: Ivan(Barran k´illo), Dani, Toni, Luigi, David, Ivan, XaviMu, Xixo y
Sergi.
En el marco del Mayencos SIN PAGAR 2014
Hasta la próxima, ;-)
Muy buena crónica. Viendo el caudal valorasteis que opciones teníais sin arriesgaros innecesariamente. Me alegro que todo saliera bien.
ResponderEliminarMuy buena cronica compañero, y me alegro mucho que todo saliera bien
ResponderEliminarHola, Gracias a los dos por vuestros comentarios. No he respondido antes, por que he estado fuera. Se agradece la lectura del post, y vuestra aportación. Un saludo para ambos, y a ver si se puede coincidir.
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